Hoy va de una película
Hoy te traigo una historia que igual conoces, en forma de película, que a su vez se ha convertido recientemente en un musical. Y esta es la excusa para hablarte hoy de vinos y música.
La película Bottle Shock, traducida (mejor obviemos los adjetivos) en español como Guerra de vinos, cuenta la historia de la gestación y desarrollo del “Juicio de París” de 1976. Te hago un breve resumen por si no conoces la historia, ya que es uno de los acontamientos fundamentales para la historia del vino en el siglo XX. A grandes rasgos y saltándome algunos detalles, fue una contienda entre vinos americanos y vinos franceses. Fue promovido por Steven Spurrier y Patricia Gastaud-Gallagher (en la película esto no está claro) desde L’Academie du Vin en París. El británico Spurrier, que a la postre se convertiría en uno de los más destacados críticos vinícolas e influyentes del mundo (Decanter, Christie’s), observando la mejora de los vinos californianos (concretamente de Napa), viajó hasta allí para comprar los mejores vinos de cabernet y chardonnay de la zona, para posteriormente compararlos con los grandes vinos franceses de Burdeos y Borgoña.
En este “juicio” de Paris quedaron en primera posición el chardonnay de Chateau Montelena, 1973 y el cabernet sauvignon Stag's Leap de Wine Cellars, 1973. Este evento y el resultado tuvo difusión en la revista Time que le dedicó varias páginas, no así en Francia. Este resultado, inesperado para algunos especialistas, provocó cierto cambio de tendencia en la forma de hacer vinos tanto en Francia como en España.
La película Bottle Shock se estrenó en 2008. Yo la vi este pasado verano por un recomendacion que había visto en redes sociales. No es nada del otro mundo (otro día te escribiré sobre películas de vino y música). El propio Spurrier dijo que “Solo hay 5 verdades en la película: mi nombre, los nombres de mis empresas, la fecha de la cata y el nombre de Chateau Montelena. El resto es una tontería”. Y eso a pesar de que su personaje lo encarna el gran Alan Rickman.
Lo que me más me ha sorprendido estos últimos días es descubrir que hay un musical basado en la película. He estado haciendo un poco de investigación y todo apunta que es una estrategia de divulgación del vino californiano. Es decir, emplear el teatro musical, en formato rock and roll para cantar, nunca mejor dicho, las alabanzas de los estupendo vinos de Napa.
1976. Before Napa was Napa, a small group of California underdogs took on the establishment. The world of wine would never be the same. Based on the incredible true story of The Judgment of Paris, Bottle Shock is a tale about love, fermentation, and the spirit of rock ’n roll.
Desde mi punto de vista, un ejemplo más de soft diplomacy y de cómo nos cuentan la versión americana de la historia, esta vez, con música.
Hoy maridamos…
Esta semana te traigo un vino tinto. Un vino especial que se cultiva relativamente cerca de donde vino. Es el Giró de Abargues de Pepe Mendoza. Es de la variedad giró que Mendoza tiene en Llíber (Marina Alta). Esta variedad es rara y tiene réplicas en Mallorca y en Cerdeña, con lo que está estrechamente vinculada al repoblamiento de esta zona después de la expulsión de la población morisca a partir de 1609.
El vino al principio está muy cerrado, incluso agresivo… en nariz raro, en boca incómodo, molesto… tiempo, necesita tiempo y aire. Me viene a la cabeza el inicio del Cuarteto nº 2 de Alfred Schittke. Ni de lejos un compositor que tenga entre mis favoritos, pero al que descubrí en las clases de música contemporánea en el conservatorio durante mis años de carrera. Decantador de boca ancha y unos minutos… cambia totalmente. Es como el Cuarteto nº 19 en Do Mayor de Mozart. Es incómodo al principio, pero de mucha belleza y paz si tienes paciencia. Eso transmite el vino cuando lo dejas abrirse… serenidad.
En la copa, como cualquier buen vino, evoluciona… una gama de sensaciones apabullantes. Muy complejo, mediterráneo, balsámico, tierra, matojos… me viene Bach. Es habitual para mí, ya lo siento si no te gusta. Quizá la Sonata para violín nº 2 en arreglo para viola de gamba. Este vino se puede maridar también con música densa de piano. ¿Bach?, no es lo más denso, pero adelante, al piano: Preludio en Si menor. Y luego piano con orquesta, porqué no el Concierto para piano nº 2 de Rachmaninoff… todo con versiones de una de las pianistas de moda, Khatia Buniatishvili.
Termino esta lista con unas canciones de la banda sonora de Bottle Shock para terminar el poco vino que quedará. Espero que te guste.
Para finalizar esta carta, vuelvo a agradecer tu tiempo de lectura y si lo compartes con amigos. Varias personas me han preguntando dónde pueden comprar los vinos. Si los tiene la tienda de tu barrio, es un buen lugar. Aunque sea un poco más caro, ayudarás a que pueda hacer catas temáticas y otras actividades, además de hacer crecer su negocio. Si quieres comprar por internet, existen tiendas especializadas como Bodeboca o Décantalo. Puedes dejar tus opiniones y sugerencias en los comentarios. Te escribo la semana que viene.